sábado, 8 de noviembre de 2014

Maceió, para recargar energías

BRASIL. Alagoas, lo lindo en frasco chico.
BRASIL. Alagoas, lo lindo en frasco chico.
La playa Do Francés, uno de los paraísos cercanos a Maceió. La barrera coralina convierte a la playa prácticamente en una piscina con un manso oleaje.
La mansedumbre de la desierta playa de Ipioca, al norte de la ciudad.
Playa de Gunga, rodeada de 80 mil palmeras, en un predio privado al que se accede por agua o por tierra; en este caso, se paga entrada.
Martín Báez (Enviado especial)

“Lo lindo viene en frasco chico”, nos dice Ricardo, nuestro guía de viaje, en alusión al tamaño del estado de Alagoas, el segundo más pequeño de Brasil, después de Sergipe, con sólo 230 kilómetros de extensión de playas de los 8.500 de la costa brasileña.

El nombre de Alagoas proviene de las 17 lagunas, que se comunican entre sí, existentes en el territorio de este estado del nordeste brasileño.

Es la capital del estado de Alagoas y uno de los destinos más conocidos y demandados. Sus playas céntricas, como Guaxuma, Jatiuca o Ponta Verde; Ipioca, al norte, o Pajucara, hacia el sur; o Gunga y playa Do Francés, un poco más retiradas, son imperdibles.



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