Las Cataratas del Iguazú –su belleza apabullante, su millón y pico de visitantes anuales– deslumbran casi hasta encegecer y no permiten ver el tesoro escondido en las entrañas de Misiones. Detrás de ellas está la selva, enigmática y seductora: un tesoro de la diversidad ecológica que abarca a buena parte de la provincia y se extiende, como un manto verde, por encima de las fronteras con Paraguay y Brasil. Prácticamente desconocida para los viajeros argentinos, la selva misionera es un territorio plagado de encantos naturales, culturales, históricos y hasta emocionales.
Misiones esconde un tesoro ecológico plagado de encantos naturales, históricos, culturales y hasta emocionales. Viajamos a descubrirlo.
Contenido extraido de: http://ift.tt/1lYHYwi