Mundo Agencia EFE Nairobi. El ataque de Al Shabab a la Universidad de Garissa, que el jueves dejó al menos 147 muertos y 79 heridos, conmocionó e indignó a la sociedad keniana, que ayer estaba de luto tras una de las peores masacres que vivió el país en los últimos años. Durante todo el día, varios aviones que traían los cuerpos de los fallecidos aterrizaron en Nairobi para luego ser trasladados a la morgue, donde los familiares esperaban para identificarlos. El ataque del grupo somalí Al Shabab dirigido contra jóvenes cristianos dejó al menos 147 muertos. Condena internacional.
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