Ciudadanos Hace una década que Gustavo Villarroel disfruta de la cercanía del Ctalamochita, al igual que sus vecinos de Vista Verde. Pero lleva dos veranos viendo al río como el enemigo número uno de la paz de su hogar y su familia. “Estamos con la angustia en la garganta, pero la vamos piloteando bien”, le comentó a este diario en un descanso durante la tarde, luego de pasarse el día hombreando bolsas de arena para consolidar las defensas costeras. Hace una década que Gustavo Villarroel disfruta de la cercanía del Ctalamochita, al igual que sus vecinos de Vista Verde.
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