Sucesos “¿Cómo puede ser que uno tenga que trabajar encerrado por seguridad frente a la Central de los policías? Nos habían prometido seguridad, que no nos hiciéramos problema. Ahora, vinieron a hacer consultas con vergüenza por lo que pasó”. El comerciante habla y contiene, a duras penas, las lágrimas de bronca e impotencia, mientras mira los estantes vacíos de su joyería. El local fue saqueado por dos ladrones armados que, con total impunidad, se tomaron el tiempo que quisieron para concretar el golpe y huir con unos 200 mil pesos en dinero, alhajas y relojes. Se aguardaba una purga en la división encargada de brindar seguridad en la zona. Ladrones coparon una joyería y se llevaron oro y dinero. “Me vine acá por seguridad”, se quejó el dueño.
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