Nadie especula tanto como el Ejecutivo. Cada vez que devalúa nuestros billetes, el Central, como cualquier hijo de vecina que atesora dólares, “gana” en pesos. Y se los da al Gobierno para que los gaste.
Para mi amigo Gustavo Dagnino, un problema peliagudo es que cada generación de argentinos parece condenada “a tener que completar su propio álbum de figuritas” del fracaso. Y es verdad: el nuestro parece un laboratorio hecho al cuete, una serie reiterada de experimentos de los que nadie guarda registro.
Contenido extraido de: http://ift.tt/WXhQq3
No hay comentarios.:
Publicar un comentario