De la Sota no quiere ni oír hablar de conflictos gremiales, cuando está en plena campaña como aspirante presidencial.
Los estatales están en pie de guerra.
Reclaman reabrir las paritarias, para tratar de amortiguar los efectos de la inflación. El gobernador José Manuel de la Sota ya le cerró las puertas a esa discusión. Ayer reforzó esta negativa y les envió un mensaje a los gremios: habló de la crisis en el sector privado y afirmó que están garantizados los salarios de empleados públicos y jubilados.
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