Hace tiempo que la inseguridad y la violencia dejaron de ser un problema exclusivo de la Policía. Es una realidad que atraviesa a la educación, a la inclusión social y también a las fuerzas de seguridad.
Ante la sucesión de arrebatos en zonas urbanas, la Policía despliega gran cantidad de uniformados en las avenidas de la Capital. Los “motochoros”, entonces, trocan a violentos asaltantes domiciliarios que se corren al Gran Córdoba para cometer los atracos. Se generan marchas exigiendo más patrullajes en distintas ciudades y pueblos y otra vez a reorganizar la disposición de efectivos.
Contenido extraido de: http://ift.tt/1lWlfvg
No hay comentarios.:
Publicar un comentario