Música y memoria se fundieron hoy en Buenos Aires en el sonido del piano de Ignacio Guido Montoya Carlotto, el nieto recuperado de Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, en el que fue el mayor centro de detención clandestina durante la última dictadura argentina.
Las notas musicales hicieron recordar a los asistentes a las cerca de 5.000 personas que permanecieron secuestradas en la antigua Escuela Mecánica de la Armada (Esma), de donde sólo alrededor de 200 lograron salir con vida.
"Tocar en este lugar es resignificarlo todos los días y tocar acá es una buena forma de hacerlo", dijo. Sus dos abuelas, Estela y Hortensia Ardura Montoya, estuvieron en primera fila.
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