La decisión de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos, el 16 de junio, dejó al Gobierno en una situación difícil, con fallos firmes en contra que obligaban a pagar a los tenedores de bonos en default que litigaron en Nueva York la totalidad de su reclamo, al contado, y con un esquema de embargos de pagos a tenedores de bonos reestructurados para garantizar el cumplimiento de la sentencia.
En esa situación, el Gobierno siguió un camino diferente al que proponían algunos economistas y políticos de cumplir el fallo y en todo caso negociar un modo conveniente de pago.
El análisis económico del día. La sorpresiva aparición de los bancos, con una propuesta que puede evitar el default sin activar la cláusula RUFO, deja abierta la interpretación sobre la conveniencia de la agresiva estrategia del Gobierno.
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