Mark Lynas, un ecologista preocupado por el cambio climático y el desafío de alimentar al mundo, visitó la ciudad de Córdoba a principios de mes. Se presentó como un “ambientalista arrepentido” por haber rechazado y combatido los cultivos transgénicos y por haber adoptado una posición ideológica sin contar con ninguna base científica.
Hoy, su lucha pasa por recomendar a todos aquellos que tienen una preocupación genuina por el ambiente a que realmente investiguen y se guíen por la evidencia.
Esteban Galiano*
La visita de Lynas nos marca al menos un camino: el de escuchar y pensar distinto. Es posible dudar de los mensajes fanáticos y empezar a creer en las oportunidades del desarrollo.
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